Es el tumor benigno más frecuente de la mama. Está constituido por tejido fibroso y tejido epitelial. Suele presentarse en la juventud de la mujer (siendo más frecuentes en mujeres de 20 a 39 años de edad)
Se sabe que son tumores hormonodepedientes, es decir, responden al estímulo hormonal aunque no se conoce cuál es el mecanismo inicial que desencadena la formación del tumor. Suelen crecer de forma limitada y expansiva desplazando en su crecimiento al tejido mamario sano sin lesionarlo.
Es frecuente que sea la propia mujer quien descubre un nódulo y por ello acude al especialista. Éste, al explorarla, notará una tumoración bien delimitada, desplazable y no adherida.
El especialista solicitará una ecografía y una radiografía que aporten información de las características de benignidad del proceso como la homogeneidad, la buena definición de los bordes, etc. A continuación, se practicará una punción para estudio citológico que corroborará el diagnóstico.
La actitud terapéutica ante un fibroadenoma es, en general, expectante, es decir, se basa en los controles periódicos para observar su evolución. Tan sólo se extirpan en algunas ocasiones: cuando duelen, cuando crecen o cuando hay sospecha de malignidad en algunas de las pruebas diagnósticas.
